Los denominados software llamados
CAD, son herramientas que nos ayudan y fortalecen nuestras capacidades
organizativas durante el proceso de elaboración de un proyecto de arquitectura.
Gabriel Buda, arq.
Una de las principales y más
notorias ventajas que nos presentan consiste en permitirnos crear y operar
sobre un modelo digital del proyecto sobre el cual estamos trabajando que va a
presentarse continuamente trazado a escala real, y donde su mera representación
grafica no es el objetivo final de todo este proceso. Lo que nos proponen las
herramientas CAD no es simplemente mostrar un proyecto terminado de forma
prolija, acabada y atractiva, sino brindarnos la posibilidad de poder elaborar,
desarrollar y administrar ese proyecto, que como dijimos, se encuentra en
escala real, y al cual podemos editar, modificar o ver rápidamente en cualquier
tamaño y ángulo posible utilizando la herramienta zoom.
Trabajando de esta manera, podemos
representar proyectos a construir sin preocuparnos demasiado en qué forma los
vamos a representar o como lo vamos a mostrar, administrando nuestro tiempo de
manera más provechosa y dedicarle más tiempo al acto mismo de proyectar.
Otro elemento relevante que nos
permite el trabajo con estos softwares, es que con ellos podemos prescindir al
menos por algún rato, de tener la necesidad de plasmar el proyecto en progreso
sobre papel, lo cual implica un considerable ahorro de éste.
El trabajo con los programas CAD,
consiste en generar un archivo que concentra la totalidad de la información,
esta información se encuentra trazada en escala real y la podemos ver en
diferentes tamaños mediante el zoom, es fácilmente editable o modificable,
puede prescindirse de la utilización de papel durante su gestación, es posible
administrarla en capas (layers) que permitan disgregarla en forma temática, y
así observarla superpuesta o individualizarla por capas. Por último, el
resultado del proceso o proyecto finalizado, puede ser ubicado dentro de una
hoja (layouts), mediante la utilización del espacio papel que nos permite
componer las laminas y además variar su escala grafica obteniendo múltiples
representaciones y diferentes escalas. Queda concluir, refiriéndonos a las
posibilidades de transmisión, modificación reproducción y almacenaje que estos
archivos también permiten, construyendo una red de trabajo ágil y dinámica.
Gabriel Buda, arq.
No hay comentarios:
Publicar un comentario